18/1/11

Sinfonía


Quiero esa orquesta:
que vibre! que suene!

Ya encontro despacio,
entre instantes,
entre pupilas,
arpegios de notas
que nadie conoce
salvo
nosotros dos.


Floreciente caravana
de melodias sueves,

perversas e inocentes

casi al mismo tiempo.

Que la mutitud armada,

de pieles y besos,

se arrope inconstante
entre el fuego de los bronces

y las caricias de las cuerdas;

y escriba mi mano,
atontada e ilusa;
si no hay pentagrama que pueda,
ni a lejos,
hacer que alguien lea ni una fusa,
de lo que esta sinfonia
significa para mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores en Facebook

Seguidores