No puedo detener a mi mente
cuando juega a ser un ave.
Cuando le importa lo que le importa.
Con sus caprichos y sus dibujos;
con su arrogancia y decadencia
Con la belleza del poco tiempo
y la esperanza fértil del calor.
Sortilegios y leyendas;
espasmos y cosquilleo;
detalles y silencios;
entre las copas de arboles grandes
y luna nueva esperando un sol.
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