Detalle

Yo no soy de mi juventud.
Ni de su vorágine coprófaga.
Me retuerce el pescuezo su mugre:
arpia y puta... auntoinfringida muerte.
Que astucia insolente ve crecer en los corazones de mis coetáneos
la mazmorra carente de sueños de la mentira y el despilfarro?
Me agobia sobremanera;
y todos viven cautivos de esta música monótona;
de este tono aleatorio de espasmos ingratos!
Que tan admirable puede ser encontrar diversión en esto?
En la necedad... en la inconstante manifestación de nuestras miserias
en pos de una virulencia febril y atónita.

Cáscara vana...
Ocaso de mas que una migaja estéril de nuestra propia decadencia.

Me relajo, escupo, vomito y deseo una muerte pronta;
porque el agobio de tus retazos insignificantes son
la prueba contundente de que no pertenezco a este paradigma.

Que soy otro fuera de su espejo y me encuentro en duelo con mi demencia;
que me obliga a ser el cuerdo que ve mas allá de toda esta insignificancia.

No tengo palabras para explicar mi desagrado;
ni puedo perdonarme por experimentar la miseria.
pero que mi indignación sea un testamento:

De como buen anacrónico... un tono mas tengo que hallar fuera de esta melodía áspera e insípida.